martes, 1 de febrero de 2011

La verdadera arquitectura sustentable….


No cabe duda que la palabra de moda en estos tiempos es “sustentable”. De moda, y por lo tanto, unas de las mas bastardeadas.

Al día de hoy es evidente que "sustentable" excede con creces a la noción de ecología. La sustentabilidad suma, además, nociones vinculadas a la ética, la economía, la cultura y hasta la política.
Curiosamente, en el ámbito de la arquitectura, pareciera que lo sustentable solo es válido para clases acomodadas, quienes pueden pagar grandes sumas por novedosos artefactos que prometen el paraíso ecológico. El marketing de turno se encargó de convertir al término en la justificación de un valor agregado.
Desde aquí planteamos nuestra postura: consideramos que lo sustentable no debe ser un valor agregado a la arquitectura, sino un valor intrínseco a ella. (sería bueno incorporar intrínseco a los diccionarios de mercadeo)
En otras palabras: por qué pagar por un parche, cuando podemos comprar algo bien hecho desde el principio?
Finalizada la reflexión, los invitamos a viajar con nosotros a un país lejano, Pakistán.
Más concretamente, en la ciudad de Hyderabad, hubo un tiempo de gloria donde los aires acondicionados no existían…….

Cita: “estas inusuales pantallas para los techos, son un rasgo característico de un distrito bastante más bajo, el de Sind en Bangladesh. Desde abril hasta Junio, las variaciones de temperatura oscilan desde 56° durante el día, hasta 44° cuando refresca con el viento del atardecer. Para encauzar el viento hacia cada edificio, se han instalado “aletas” o pantallas sobre los techos, una para cada habitación. Dado que el viento siempre sopla en la misma dirección, la posición de las pantallas es fija. En las casas de varios pisos las pantallas se alargan en pendientes como si fueran redes telefónicas internas.

Aunque se desconoce el origen de este invento, lo cierto es que están en uso desde hace 500 años.”

De La Gloria de Hyderabad (Sindh, Pakistán)

"Alguna vez, la característica más llamativa de Hyderabad era su horizonte peculiar dominado por los “receptores de viento”.  Estos receptores viento o Manghu, como se les llama en la lengua local sindhi, estaban fijos en azoteas, para atrapar el viento hacia el suroeste en los días calurosos de verano y por la noche. La brisa entra gracias a estos elementos en las habitaciónes  y las matienen frescas. Debido a los numerosos captadores de viento, Hyderabad, se hizo famosa como shaharu jo manghan o “la ciudad de los recogedores de viento”.
“Esta tradición comenzó a decaer con la llegada de la electricidad durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las autoridades británicas construyeron una usina en Tando Agha. La mayoría de las casas nuevas y edificios han cambiado a otros métodos de enfriamiento, por ejemplo, ventiladores eléctricos, refrigeradores y acondicionadores de aire ambiente y, por tanto, los atrapa-vientos ya no son numerosos en el paisaje urbano."

Para considerar. Y vale la autocrítica:  no es extraño que los no-arquitectos nos den lecciones a nosotros, que somos “los que sabemos”?
Seamos cuidadosos en no darle valor desmesurado a las etiquetas, éstas deben llenarse con inteligencia y esfuerzo. Ya lo dijo Le Corbu: "ojos que no ven".
Hasta luego!!



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